Jóvenes de Pilar, Buenos Aires, participaron en el primer cursillo del año de formadores.
Durante estos 3 días se realizaron actividades muy diversas donde todos los coordinadores de los distintos apostolados recibieron formación dentro del carisma del Regnum Christi.
Al llegar el primer día, reflexionaron acerca de su relación con Dios, quién es Dios para ellos y su alianza con Él.
“Me hizo pensar en la importancia que debo empezar a dar a mi relación y el esfuerzo por mantener mi alianza con Él, porque como bien todos sabemos Él no va a ser quien nos defraude o nos abandone, sino que nosotros, por nuestra simple condición de pecadores y de humanos fallamos. Comprendí la locura de que el Padre haya entregado al Hijo para que comprendamos esta alianza”, reflexiona Joaquín Barna.
Luego nuestros formadores se adentraron en comprender un poco más la temática de los signos de los tiempos, analizando videos y textos como recursos para ello. Todo esto para comprender cuál es su rol en el mundo de hoy como apóstoles de Cristo, en cómo específicamente podían convertirse en canales de Dios para los demás. Se hicieron muy conscientes de cómo realmente ellos tenían algo para aportar al mundo y traer el Reino de Jesús a la Tierra. Recibieron herramientas de autoconocimiento, análisis, diagnóstico, organización, administración y trabajo en equipo.
Durante el segundo y tercer día los formadores recibieron también mucho contenido que les permitió conocer en profundidad los pilares del Regnum Christi, sus principios pedagógicos y concretamente los objetivos para este año que comienza. Además, pudieron fortalecer sus vínculos con los demás formadores y saberse parte de una misma familia de fe.
“Mi cursillo se fue alineando a través de los días y las actividades, como una cadena, un dominó…” nos dice Joaquín.
“Tu fe es maravillosa, esta pequeña frase la aprendí en este cursillo de RC. Fue maravilloso, desde mi experiencia fue un momento de tranquilidad, paz y de parar la pelota por un momento”, comenta parte Francisco Falcón.
En conclusión, fue una dosis intensa de formación y reflexión, que dejó a todos cansados pero muy felices y agradecidos por lo recibido y con muchas ganas de salir a contagiarlo.
Redactado por Trinidad Zambrano
