Bernardita García, directora territorial de las Consagradas, y el Padre Gabriel Bárcena, director territorial de los Legionarios de Cristo, estuvieron a comienzo de mes en Buenos Aires, oportunidad en que explicaron los objetivos trazados para este año a los miembros del RC en Argentina. Desde Salta se unieron vía online.
El Colegio Directivo Territorial, CDT, es la máxima autoridad de gobierno en el territorio y está integrada en nuestro caso por Bernardita García, directora territorial de las Consagradas, el Padre Gabriel Bárcena LC, director territorial de los Legionarios de Cristo, Cristian Nazer, Encargado para el territorio de los Laicos Consagrados del Regnum Christi, y los seglares Mónica Etchebarne y Pedro Pablo Silva. Juntos han trazado los objetivos del territorio para este 2023, de acuerdo a los lineamientos definidos en Roma, por el Colegio Directivo General (máximo órgano del Regnum Christi). “Creemos que es oportuno tener una instancia de encuentro para que conozcan el rumbo que se ha definido para este año. Una de nuestras labores como Colegio Directivo Territorial es mostrar el horizonte hacia dónde caminamos como familia espiritual y cuerpo apostólico, en nuestro territorio”, afirmó ante los presentes el Padre Gabriel Bárcena LC.
Por su parte Bernardita García CRC explicó que los lineamientos estratégicos están alineados en tres pilares, desde los cuales emanan objetivos y metas para este año: identidad, comunión y, misión. ”La identidad busca profundizar en nuestra compresión del carisma e insertarnos en el mundo para que Cristo Reine”, añadió. Para ello se ha propuesto trabajar y profundizar en el material desarrollado por el Área de Vida y Misión, como es el caso de los ensayos que han publicado en los últimos años. “Les pedimos su amplia difusión y uso en diferentes instancias”. Además, hizo énfasis en permear con los valores propios de nuestro carisma lo que hacemos y somos: “Vivir con alegría, tener una actitud de acogida, ser creativos en la Evangelización, tener celo apostólico…queremos que la experiencia de nuestro carisma se transmita en nuestros apostolados, centro misión, y la hagamos propia”, destacó Bernardita. Para lograr este primer pilar, Bernardita afirmó que es fundamental contar con programas de formación al interior de las secciones en que se trabaje la corresponsabilidad laical como parte de la vida y dirección del Regnum Christi. “Necesitamos generar una cultura de participación de los laicos”.
También explicó la importancia que tiene para este pilar el camino a la Convención del Regnum Christi: “es también una oportunidad para fortalecer nuestra identidad, pues estamos todos llamados a participar activamente a través de una actividad propia de nuestra vida cotidiana, como son los encuentros con Cristo”.
Respecto al pilar de la Comunión, el Padre Gabriel afirmó que apunta a fortalecer el trabajo colaborativo. “Para ello, se ha definido un rol de coordinador de franjas, cuyo fin es crear mayores sinergias y participación entre los directores de sección, impulsando esto también al interior de las secciones”, señaló el Padre Gabriel. Además, agregó que como CDT creen importante fortalecer a las localidades como comunidades de apóstoles. “Con este propósito, a lo largo de este año, trabajaremos con cada una de ellas para ver cómo hacemos realidad este objetivo”.
El tercer pilar definido es la Misión que responde a generar una actitud de escucha para discernir según los signos de los tiempos y a ser creativos en nuestra respuesta a los desafíos sociales y apostólicos. “Tenemos que revitalizar la vida interna de nuestras secciones con los cinco pilares del Regnum Christi: formación, oración, acompañamiento, vida de equipo y, apostolado”, agregó el Padre Gabriel. Para eso, destacó la importancia de tener un celo apostólico que nos permita salir al paso de los desafíos actuales. Añadió que como Colegio Directivo Territorial, buscarán instancias de colaboración e integración entre RC y RED de Colegios, al interior de sus programas pastorales, y a también de modo inverso. Por último, en pos de la misión, explicó la necesidad de generar una cultura de la evaluación periódica: “Evaluemos nuestras actividades, pidamos feedback a los miembros de las secciones, a los responsables de equipos, pongámonos metas concretas y supervisemos su cumplimiento, dejemos por escrito experiencias de actividades o proyectos que hagamos, de manera de repetir lo bueno y hacer mejoras en una próxima versión”.